Aquesta famosa influencer espanyola, molt criticada per les imatges que està compartint del seu viatge

La influencer Teresa Andrés i la seva parella, Ignacio Ayllón, es casaven el passat 8 de juliol. Des de llavors han estat compartint imatges de la seva lluna de mel, que va començar a París i va seguir a Tanzània, a l'Àfrica.

A les imatges es pot veure com han estat fent diversos safaris, gaudint de les postes de sol i també posant amb els guies i altres habitants de la zona.
 

 

 

 

 

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Una publicación compartida de Teresa Andrés Gonzalvo (@teresaandresgonzalvo)

Tot plegat a encès el debat a les xarxes social on diversos usuaris han criticat a la influencer per "convertir" la pobresa en una atracció turística .

Un dels tuits més virals ha estat el del politòleg Pablo Sánchez, que ha difós aquesta reflexió: "Anar-se'n a un país a milers de quilòmetres durant un parell de setmanes per a "ajudar" a la població i conèixer la seva manera de vida no és voluntariat, és negoci. La pobresa es converteix en un atractiu turístic i els nens en "una cosa amb la qual fer-se fotos". L'efecte que té és devastador", ha assegurat.

 

Llevo varios días viendo este tipo de fotos y la vergüenza que siento es estratosférica. Como director de una organización que tiene un programa de voluntariado y trabaja en el Líbano con familias refugiadas quiero contaros algo. Seré breve 👇 pic.twitter.com/kwbRVVNyW2

— Pablo Sánchez (@Pablosanchezvol) July 26, 2022

Irse a un país a miles de kilómetros durante un par de semanas para "ayudar" a la población y conocer su modo de vida no es voluntariado, es negocio. La pobreza se convierte en un atractivo turístico y los niños en "algo con lo que hacerse fotos".El efecto que tiene es devastador pic.twitter.com/6fodvDSzI1

— Pablo Sánchez (@Pablosanchezvol) July 26, 2022

Por varias razones:

La primera es la romantización de la pobreza y su normalización. El típico "qué felices son con tan poco", lo cual es una mercantilización de la desigualdad como algo que merece ser visitado y celebrado. La gente quiere comida, techo y trabajo, no tus fotos. pic.twitter.com/TEUlDb8bPw

— Pablo Sánchez (@Pablosanchezvol) July 26, 2022

El fin de estos viajes es de carácter personal, no solidario. Además, quienes hacen estos viajes reproducen ese complejo de salvador blanco que cree que su presencia es necesaria para resolver los problemas cuando la inestabilidad de estos países es lo que Occidente provoca.

— Pablo Sánchez (@Pablosanchezvol) July 26, 2022

Las diferencias culturales no son algo que admirar como si fuera un zoo, como si las personas fueran animales. ¿Os imagináis que alguien os hiciera fotos mientras coméis en el McDonald's? Así se ven este tipo de cosas.

— Pablo Sánchez (@Pablosanchezvol) July 26, 2022